Proyecto Minicafé


PROYECTO MINICAFÉs



Este proyecto nace del espacio de tiempo que se comparte, por lo tanto no es la representación gráfica del objeto lo que importa sino la expresión de ese momento que se vivió frente a él, ese conjunto de todos estos momentos temporales, es lo que realmente configura la obra completa, la cual está formada por unidades de cafés que nos hablan de situaciones, sensaciones y emociones, intervalos de la vida personal, de un tiempo compartido. Todas ellas están realizadas in situ, es decir en el momento y en el lugar del que nos hablan.

El concepto,  parte de una idea casi fotográfica, como el turista con la cámara al cuello, tratando de capturar ese presente, de definirlo , acotar así el momento para guardarlo como un recuerdo al que poder regresar. Lo que queda es el rastro , el dibujo, es una hoja de ese diario íntimo donde se descubre un tiempo que ha pasado. Podríamos decir que el dibujo llama al recuerdo.
De esta forma, los dibujos se vuelven símbolos que muestran una iconografía propia, como un diario narrado, críptico, lleno de anotaciones, reflexiones, comentarios, esa necesidad de trasladar los pensamientos a la obra. Creando un universo de significado propio, personal, pero también una narración que viene desde la propia cultura en la estamos inmersos y su herencia del pasado. Tanto es asi que en mis ultimas obras intento emular los legajos del siglo XVI, que he tenido la oportunidad de disfrutar investigando en los archivos, pero no solo en la estética, si no en la técnica también. 
El café esta siempre presente en esa reunión, el momento de escape del estrés, en esa pausa necesaria, el propio café es una droga legal, social, vinculada a la creación y a la melancolía, sus efectos son el reflejo de la sociedad actual, neurótica, ansiosa, precipitada, la misma sociedad que de una u otra forma tiene su reflejo en las obras, pero pronto se convierte en una excusa, que termina por perder su forma y convertirse en un icono, en un nexo de unión entre las diferentes historias que ellos mismos narran, bien con palabras o con símbolos ya estereotipados a lo largo de mis obras anteriores. La repetición del mismo elemento, nos devuelve una imagen caleidoscópica, que nos acerca a la estética pop.

Estas escrituras a pie de foto, están inspiradas directamente en Las fotografías de Allen Ginsberg. de la generación Beat, con la misma intención : “preservar ciertos momentos en la eternidad, la misma razón por la que todos nosotros tomamos fotografías, porque queremos recordar esa gente, ese tiempo, ese lugar, ese momento”, la escritura forma parte de la obra tanto en significado como en expresión plástica, como su término indica,  graphos, del griego (γραφή = escritura) , según Jarauta, la escritura es dibujo en su manera más conceptual.


Tras el aparente desorden inicial, el espectador descubre un trabajo riguroso constante, elaborado, estudiado, analítico.
El conjunto se nos desvela un proceso de investigación y búsqueda, tratando de esclarecer y comprender el mundo que nos rodea desde un análisis personal. El tiempo, en estas obras, se convierte en una parte tan importante como la propia pintura que la conforma. Muros llenos de cafés que nos narran situaciones, sensaciones, emociones... en definitiva, intervalos de la vida de un tiempo compartido, quedando el conjunto como un rastro, un diario, identificable por los protagonistas, una gran memoria colectiva que genera un microcosmos personal.





2015 - www.algarin.es - PROYECTO MINICAFES
Ignacio Algarín

 

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