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Bajo este título se muestran una serie de pinturas, (tinta china sobre papel) de temática taurina, realizadas por el artista Ignacio Algarín, donde nos propone un recorrido a través de las más relevantes figuras del toreo clásico, como Belmonte o Gallito, hasta los maestros contemporáneos.
La pincelada fluida de Algarín nos recuerda por momentos a las técnicas orientales, pero su preciso dibujo nos traslada a esas imágenes en blanco y negro de la fotografías en bromuro de comienzos de siglo.
Las escenas están cuidadosamente seleccionadas en pos de un hieratismo clásico, pero dejando que sea la maleabilidad del agua, transportando caprichosamente las partículas de tinta sobre la textura del papel, la que termine definiendo la forma final.
Diez obras conforman esta muestra, tres tintas de gran tamaño donde amplía sus grabados monocromos, al estilo de Ludwig Kirchner, uno de los maestros del expresionismo alemán, del grupo Die Brücke que se desarrolló en el primer tercio del pasado siglo XX. Donde la fuerza se basa en rigidez y angulosidad en los contornos, fuertemente influenciados por la estampa medieval y la estética primitiva africana.
El resto de las obras, están realizadas con la técnica de la tinta china.
Entre ellas destacan una clásica imagen de Juan Belmonte, 'El pasmo de Triana', frente a un toro en la Maestranza de Sevilla, la tinta china, la trama del papel y el dibujo apenas esbozado nos evoca los tonos aterciopelados de la antigua fotografía. Ocurre lo mismo con la de Joselito el gallo en antigua plaza de Madrid, tocando el asta del animal mientras le muestra la pesada muleta, los tonos más oscuros del traje del maestro y del morlaco, resueltos a golpe de tinta que se expanden más allá del dibujo, formado un todo con el agua de lo tonos grises del fondo, en contraste con la zona superior de las gradas apenas levemente esbozadas.
El recorrido no solo recoge a los clásicos, también pasa por las goyescas de Ronda de 2017, protagonizadas por la despedida de Fran Rivera, hasta una impresionante embestida en 2021 a un picador, en la cuál apreciamos ciertas zonas, como la sombra del toro bajo el peto del caballo, donde vemos la textura de la tinta recorriendo las vetas del papel, con la fluidez característica de la técnica sumi-e. Pero en lugar de contrastar, la técnica japonesa y el dibujo clásico maridan bien, y nos ayudan a transportarnos a esa época dorada del toreo..
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